Este es el largo título de la obra galardonada con
el Premio Manuel Alvar de Estudios Humanísticos 2018, convocado por la
Fundación Cajasol y la Fundación José Manuel Lara, que edita la obra que hoy se
ha presentado en Madrid.
El libro se introduce con un preámbulo en el que la
autora nos cuenta cuál es su particular “Jardín de las delicias”, al que sigue
una introducción a modo de presentación de la obra. El resto del libro está
dividido en dos grandes partes, “Proyecciones”, y “Una Historia. De mis pasos
en la tierra” (haciendo referencia a otra gran obra de Ayala). Y dentro de esas
dos partes, encontraremos una serie de apartados, que a veces titula “espejos”,
otras, “reflejos”, en los que vida y la literatura van sucediendo al mismo tiempo. La literatura
y la visión personal del mundo del escritor granadino son la materia central de Eljardín de las delicias, de la que
ahora conocemos este excelente ensayo crítico y emocional, fraguado durante
mucho tiempo, incluso en los últimos años de vida de Ayala, que supervisó la
gestación de esta obra. Como reza en la “carta de presentación” de Días Felices, “más que un análisis de
corte tradicional, ofrece una indagación abierta en la última y más
profundamente personal, obra de invención de Francisco Ayala, en la que dialoga
acerca de temas como el arte, el tiempoy la relación entre literatura y
realidad. El jardín de las delicias
es, citando al autor, “un arca de palabras, que una vez destapada por el
lector, ha de brindarle una inagotable plétora de tesoros estéticos, así como
emocionales”. De nuevo la emoción como constante.
Y a todo esto añadiremos que El jardín … conformado por una serie de escritos, redactados a lo largo
de cincuenta años, representa una de las cumbres de la creación literaria
española del S. XX.
Volviendo a las aproximaciones de C. Richmond, quiero
destacar el especial interés del capítulo tercero (“Realidad y sueño”) y dentro
de él el apartado titulado “El tiempo y yo. La vida como viaje”, donde
encontraremos algunas de las claves de toda la obra. Richmond pone de
relieve el continuo diálogo que el autor
de El jardín de las delicias,mantiene
con la tradición cultural occidental, y lo hace mediante frecuentes alusiones a
la literatura y las demás bellas artes, en especial la pintura, la escultura y
la música.
También es muy interesante la relación de obras del
escritor granadino citadas en este libro, que aparecen al final, y que bien
pueden ser una extraordinaria guía de lectura, para acercarnos a la gran obra
de Francisco Ayala, siempre de la mano de la que fue su compañera, correctora,
editora y esposa, Carolina Richmond, Catedrática Emérita de Literatura Española
de la Universidad Municipal de Nueva York , y en la actualidad presidenta de
honor y directora académica de la Fundación Francisco Ayala, con sede en
Granada, que nos ha regalado esta excelente obra, galardonada, como dijimos al
principio, con el Premio Premio Manuel Alvar de Estudios Humanísticos 2018,
convocado por la Fundación Cajasol y la Fundación José Manuel Lara, que edita
la obra, y que hoy se ha presentado en Madrid.