El nuevo libro de Manuel Rivas es un relato autobiográfico que va creciendo
ante los ojos del lector de un modo errático, desordenado, al compás anecdótico
de la memoria. Desde la mirada infantil, que domina la mayor parte del libro,
nos llegan los ecos de las voces bajas, las del pueblo. Las de los hombres y
mujeres normales, que tejen la realidad del recuerdo a través de sus relatos.
Porque la boca de la literatura no es la de los poderosos, sino la de los que sobreviven
a sus vidas corrientes, las de las viudas de vivos (los que emigraron), las de
los que susurran lo que no puede decirse en voz alta para que el escritor lo
recoja y lo difunda.
Por eso, desde lo privado de una historia propia, desde el microcosmos de
una aldea gallega, Manuel Rivas crea una obra tan local como universal.