Javier, un neurólogo cincuentón que acaba de enviudar, conduce en mitad de
la noche sin más destino que el horizonte, huyendo de un sentimiento de culpa
inconfesable e inconfesado. Inesperadamente, atropella a una jabalina que se
cruza delante de su coche y el azar le obliga a permanecer en Sinia, un pequeño
pueblo entre montañas del Pirineo aragonés, construido para sustituir al pueblo
original que yace sepultado por las aguas de un pantano. El tiempo que dura la
reparación de su vehículo (el tiempo que dura la reparación de su conciencia),
Javier intenta esconderse de sí mismo y de sus fantasmas interactuando con los
lugareños; en especial con Marina, que se ofrece a alojarlo en su casa a cambio
de que se convierta en su compañero en un torneo de naipes.
La nueva novela de Joaquín Berges es una historia de secretos escondidos
bajo el artificio de la vida, igual que el pasado del antiguo pueblo de Sinia
descansa bajo las aguas del pantano. Un relato de superación y convivencia en
una comunidad pequeña, hecha a la medida humana, como las historias de sus
habitantes, en las que nos sumerge la prosa siempre ágil de este más que
recomendable autor.
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