El incombustible Jesús Ferrero ha obtenido el VII Premio Logroño de Novela
con su novela Doctor Zibelius, un
inquietante relato de fantasía científica salpicada de toques expresionistas
con el que homenajea a grandes del género como Robert L. Stevenson o Mary
Shelley. Juan Sebastián Zibelius, hijo de un médico brillante de oscuro pasado,
retoma las investigaciones de su padre, que pretendía culminar el trasplante de
cerebros en humanos, hasta que se decide a llevar a cabo el experimento
definitivo. El resultado lleva al lector a preguntarse si es posible
trasplantar el alma, si es que esta reside en el cerebro, o si el cuerpo posee
una memoria independiente que hará que los dos elementos que conformen al nuevo
ser lucharán por imponer sus instintos. Una novela que invita a sumergirse en
los misterios de la identidad retomando el estilo de la novela gótica clásica.
En 1904, dos jóvenes peruanos escriben una carta a Juan Ramón Jiménez
fingiendo ser una muchacha llamada Georgina Hübner con la intención de
conseguir ejemplares firmados por el poeta moguereño. La consecuencia de este
engaño es un buen puñado de cartas cruzando el atlántico que dejan constancia
del enamoramiento de Juan Ramón, y que culminan en un trágico poema dedicado a
su musa limeña incluido en su libro Laberinto. A partir de esta anécdota real, Juan Gómez Bárcena construye una novela inolvidable
sobre la creación literaria, un retrato de la falsa bohemia aristocrática de la
Lima de finales del siglo XIX, en la que dos jóvenes de la alta sociedad,
furtivos aprendices de poeta, intentan trascender a su propia mediocridad
creando una musa que inspire los mejores versos al Maestro. Desde una perspectiva
novedosa, el autor juega con maestría con los espejos de la ficción, convirtiendo
la vida en novela, a imagen y semejanza de cómo la propia literatura devuelve
la imagen reflejada de la vida.
Paco es un editor enamorado del arte de contar historias que, huyendo de la
vida urbana, se refugia en una masía del Ampurdán. Para celebrar su setenta
cumpleaños invita a un grupo de amigos escritores y, a cambio, les pide un
curioso regalo de cumpleaños. Cada uno de ellos debe escribir en esos cuatro
días un cuento inédito que tenga como punto de partida un malentendido. Pedro,
un lugareño adolescente, protegido del escritor, será el encargado de cocinar
para sus invitados. Aunque, en cierto modo, la idea de Paco es que participe de
este encuentro de un modo iniciático, como aprendizaje para un probable futuro
como escritor. Vista a través de los ojos de un joven aprendiz, se va desarrollando esta
historia compleja de apariencia sencilla, en la que un puñado de personajes en
retirada contempla la vida desde sus distintas perspectivas. Para amantes y ladrones, título que
Zarraluki toma prestado de un disco del saxofonista Ben Webster (Atmósfera para amantes y ladrones) es,
como confiesa el propio autor, “un intento de explicar dos artes que transitan
en paralelo, el de la escritura y el de la vida”.