No sé si en este libro están todos los que son en el rock sevillano. Ni siquiera
sé si cabrían en poco más de doscientas páginas. Pero una cosa es indudable, todos
los que están son supervivientes irreductibles a los que no doblegaron ni el
éxito ni el fracaso, y seguirán estando mientras el cuerpo aguante. Porque aunque
ya descubrimos con Silvio que los viejos rockeros sí que mueren, sus almas
podridas por los humores rezumados por la luna quedan para siempre impresas en
sus canciones. Y ahora, gracias a Ángela, también permanecerán ad eternum sus caretos en el escenario
para que sus nombres nunca caigan en el olvido.
domingo, 8 de diciembre de 2013
DISPAROS EN DESCONCIERTOS de ÁNGELA OLIVA
Me salto por un día la norma no escrita de este blog que dicta que valen
más mil palabras que una imagen para recomendaros el recorrido fotográfico que
Ángela Oliva hace de la noche rockera hispalense en el libro Disparos en desconcierto, un álbum de
fotos (casi familiar) de los habitantes más noctámbulos de Sevilla, con prólogo
de Dogo y comentarios de francotirador certero de José Miguel Carrasco. Y es
que, ahora que el rock ha dejado de aparecer en el top ten del mercado más mainstream, ahora que ha vuelto a su
espacio natural de la contracultura y los garitos oscuros, es el mejor momento
para pasar lista y así dejar constancia de su vigencia más allá de las modas y
los estilos. Es el momento perfecto para
disfrutar de la magia del directo, captada para siempre por el objetivo de la
cámara.
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