Yo fui Johnny Thunders es una historia de perdedores y vencidos, narrada con una prosa contundente, cargada de una poesía de arrabales que parece escrita a puñetazos. Una novela negra que se sumerge en el lumpen barcelonés y en la depravación que nos quema por dentro cuando la marginalidad no es una opción, sino una condena. Una historia de seres humanos destruidos, convertidos en alimañas asustadas que dan vueltas buscando una puerta de salida en medio de un laberinto cerrado.
lunes, 3 de marzo de 2014
YO FUI JOHNNY THUDERS de CARLOS ZANÓN
Francis vuelve al barrio en el que se crío en un intento desesperado por recomponer
los pedazos de la que una vez fue o pudo ser su vida. Él era Mr. Frankie, el
chico rock’n’roll, un guitarrista de rock que acompañó en un directo a Johnny
Thunders, que llegó a tocar la gloria con la punta de los dedos, pero que, como a su ídolo, se le deshizo en
las venas, diluida en heroína y fracaso. Pero el regreso es difícil. No solo
debe enfrentarse a sus propios fantasmas del pasado y a sus adicciones, también
se topa con los de aquellos que vuelven a ser parte de su vida. Los de Paco, un
padre solitario cuyo día a día se sumerge en la pobreza, económica y moral; los
de Marisol, su hermanastra, de la que abusó Paco cuando era niña, los de
Victor, hijo de Francis, víctima de su abandono y su desidia…
Yo fui Johnny Thunders es una historia de perdedores y vencidos, narrada con una prosa contundente, cargada de una poesía de arrabales que parece escrita a puñetazos. Una novela negra que se sumerge en el lumpen barcelonés y en la depravación que nos quema por dentro cuando la marginalidad no es una opción, sino una condena. Una historia de seres humanos destruidos, convertidos en alimañas asustadas que dan vueltas buscando una puerta de salida en medio de un laberinto cerrado.
Yo fui Johnny Thunders es una historia de perdedores y vencidos, narrada con una prosa contundente, cargada de una poesía de arrabales que parece escrita a puñetazos. Una novela negra que se sumerge en el lumpen barcelonés y en la depravación que nos quema por dentro cuando la marginalidad no es una opción, sino una condena. Una historia de seres humanos destruidos, convertidos en alimañas asustadas que dan vueltas buscando una puerta de salida en medio de un laberinto cerrado.
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