Pese a su condición de escritor afecto al Franquismo
(cuando menos Cela mantenía excelentes relaciones con las principales
personalidades del Régimen encargadas de las tareas culturales) La Colmena tuvo que publicarse en
Argentina en 1951 debido a sus problemas con los censores, a los que no gustó
el retrato realista de una España triste y pobre, acosada por el fantasma del
hambre. La circunstancia no deja de ser curiosa, teniendo en cuenta que el
propio Cela llegó a ejercer de censor. No obstante, más que el hilo argumental es su
estructura narrativa la que convierte esta novela en la indiscutible obra
maestra de su autor. Tomando prestada de novelistas como John Dos Passos o
Aldous Huxley la técnica narrativa del contrapunto, Cela construye un relato
coral en el que el protagonista no es otro que el Madrid de postguerra, una
ciudad deprimida y gris, asolada por la miseria material y moral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario