Coincidiendo con el centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial,
Eslava Galán nos regala este recorrido por los acontecimientos y los personajes
capitales del conflicto, pero, siguiendo su costumbre cuando de contarnos la
Historia (así, con mayúsculas) se trata, no deja caer en el olvido a aquellos
otros personajes anónimos que la padecieron. Utilizando la receta habitual de
sus ensayos históricos, el autor dota a la narración de agilidad gracias al uso
de capítulos cortos, de diálogos entre personajes reales y ficticios y al tono
irónico con el que suaviza la pesadilla de las trincheras.
A lo largo de la narración, somos testigos del atentado de Sarajevo, que
sirvió de excusa para la contienda, del desarrollo de los acontecimientos, de
las decisiones políticas y militares, del desprecio que mostraban los altos
mandos de ambos ejércitos por la vida de sus soldados, en los que sólo veían
piezas prescindibles en un tablero de ajedrez… El resultado final de la guerra,
19 millones de muertos, de los que 11millones fueron civiles, la desaparición
de cuatro imperios y un tratado, el de Versalles, que dejó el terreno abonado
para la Segunda Guerra Mundial.
Si alguien te dice que no le gusta la Historia es porque no ha leído a este
autor. Como dice Arturo Pérez-Reverte: “Nadie cuenta la Historia como Eslava
Galán. Esa mezcla de sabia erudición, arte narrativo e ironía inteligente suele
producir mezclas explosivas.”
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