La vida de Samuel, una vez alcanzados los 40, se parece a la velada con la
que arranca la novela, una noche que se alarga hasta que adivinamos los
primeros signos del amanecer. Ya es tarde, y al mismo tiempo todavía es
temprano. De ahí su incapacidad para comprometerse en lo sentimental y en lo
profesional. De repente una llamada de teléfono equivocada hace que reciba una
noticia de la que no debía ser destinatario, y ahí, mitad por aburrimiento,
mitad por curiosidad, comienza la impostura que lo lleva a inventarse una
historia de amor que no ha vivido. Éste será el detonante para que empiecen a
pasarle cosas que tal vez puedan cambiar su vida, gracias a la fuerza de la
imaginación.
Interesante novela, que le ha valido a José Ovejero el Premio Alfaguara de
novela 2013.
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