Públicado en 1979, Si una noche de
invierno un viajero es una novela y es, a su vez, todos los comienzos de
novelas inacabadas que la integran. Acompañamos a un lector en su intento
estéril de concluir la lectura de cuantos textos llegan a sus manos. Pues todos
están cercenados, y apenas esbozan la historia se esfuman como niebla. En su
peripecia, este lector conoce a Ludmila, con la que comparte su búsqueda de los
textos completos, y su hermana, Lotaria, que lee de forma opuesta a Ludmila.
También encontramos a un editor desbordado por la tarea incompleta de estas
novelas apócrifas, a un traductor engañoso que modifica cuanto llega a sus
manos…
Italo Calvino renovó el lenguaje
narrativo con esta novela-trampa, con la que atrapa al lector en un libro que
es en sí mismo un íncipit, que mantiene “en toda su duración la potencialidad
del inicio, la espera aún sin objeto.” Un homenaje al lector, un relato sobre
el placer de la lectura y una reflexión sobre la naturaleza de lo novelesco.
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