La viuda de John Raskob, multimillonario neoyorquino propietario de la
General Motors y dueño del Empire State Building, contrata a H.P. Lovecraft
para que encuentre el Necronomicón. Un libro maldito que no existe, que solo se
menciona en uno de los relatos de terror del escritor de Providence, El sabueso. Acompañado de los también escritores Frank
Belnap Long y Robert Ewin Howard y del joven Justin, el esbirro de la señora
Raskob, Lovecraft se embarca en una búsqueda que le llevará a vivir la aventura
de su vida. Una epopeya en la que se cruzará con sociedades secretas británicas
dedicadas al estudio de lo oculto, con el pujante partido nazi de una Alemania
sumida en la crisis del periodo de entreguerras, y con personajes tales como el
J.R.R. Tolkien, Aleister Crowley, Arthur Machen, Fernando Pessoa, Salvador
Dalí, Charles Chaplin… y hasta el mismísimo Hitler.
Los nombres muertos es una divertida novela en la que la atmósfera de
terror típica de los relatos de Lovecraft convive con el humor y la aventura.
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